La Comunitat Valenciana pasa hoy, 1 de junio, a la fase 2 de la desescalada, por lo tanto, se abren las playas para poder bañarse y entre ellas las de Benissa, que ya están listas para que los vecinos puedan zambullirse en ellas respetando la distancia social obligatoria de dos metros entre personas.

Desde el Consistorio benissero se ha trabajado intensamente en las últimas semanas para poder reabrir las playas de manera segura y cumplir la Guía de Playas Seguras de la Generalitat Valenciana. De momento podrán acceder a ellas sus vecinos, ya que más adelante cuando se abra la movilidad entre provincias y el extranjero comenzarán a recibir la llegada de turistas.

Porque en este rincón de la Marina Alta te fascinará darte ese chapuzón en alguna de ellas, porque las calas y playas de Benissa son mediterráneo en vivo.

En concreto, la playa de La Fustera se puede acceder al baño, si bien se están ultimando las obras de acondicionamiento debido al último temporal. Una playa de arena fina dominada por las praderas de posidonia, la reina de los fondos marinos.

A pocos metros de ella, divisamos otra de las mejores calas de Benissa, una calita pequeña, pero a la vez fascinante: la Cala Pinets, donde en una parte tiene arena y en la otra roca. Es una calita salvaje, de aguas transparentes y con unas vistas increíbles al territorio y al Peñón de Ifach.

Siguiendo el camino de la costa puedes tomar el baño en otra de las calas de Benissa, la Cala la Llobella.

Una cala de cantos rodados, de las más tranquilas por su difícil acceso, pero muy apta para disfrutar de la práctica de deportes subacuáticos. Zambullirse en ella es perderse en el tiempo, ya que sus aguas son muy transparentes, frías y el entorno que le envuelve es muy salvaje.

Además, aún se pueden ver pinos sobre la misma línea del mar y destacan en ella son acogedores y diáfanos fondos.

Otro enclave es la Platgeta de l´Advocat. Una bella y pequeña playa para disfrutar en familia. Tiene una pequeña y protegida playa de arena para los niños y un maravilloso entorno submarino.

Y los benisseros disponen de otra puerta al Mediterráneo, la Cala Baladrar, con los pinos asomándose al azul e invitándote a una placentera excursión acuática. Un entrante rocoso divide esta cala en la del Baladrar y la Goleta originada por el barranco «dels Sesters», de canto rodado. El Baladrar acaba en un acantilado de 30 m. lleno de acanaladuras producto del mar del que se ha desprendido una roca conocida como «La Polida».

Así que, a partir de hoy, siempre respetando las normas que se fijen, puedes disfrutar de un buen baño en alguna de ellas.

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