Hoy en “Miralleros por el Mundo” conocemos de cerca la experiencia de la senijera Rosa Crespo Tent, de 25 años de edad, graduada en Psicología, que puso rumbo a EEUU para vivir durante un año. Una experiencia gratificante que guarda en su corazón porque le sirvió de mucho para enriquecerse culturalmente y ver cómo viven en los 30 estados distintos que visitó.

¿Cómo y por qué decides cambiar tu residencia?

Siempre he querido vivir o estudiar un tiempo fuera. Mi primera idea fue el Erasmus, pero coincidió con la pandemia, entonces decidí que la mejor opción era irme al acabar la carrera, lo cual me sirvió para parar y pensar en lo que quería hacer en el futuro. Así que decidí irme de Au Pair a Estados Unidos, ya que para mí era una buena forma de irme a vivir fuera y ganar dinero al mismo tiempo.

He estado viviendo en el norte de Estados Unidos, en el estado de Minnesota y aunque al principio no pude evitar tener ciertos prejuicios acerca de esto, me ha sorprendido gratamente. En primer lugar, he de decir que cada estado es distinto a otro, yo he estado en 30 estados distintos y en cada uno de ellos te sientes como si estuvieras en un país distinto.

¿Qué es lo que más te gustado del país?

De EEUU me quedo sin dudarlo con la multiculturalidad, la forma en la que conviven distintas culturas, religiones y personas con distintos valores. Es admirable. De Minnesota en particular me quedo con lo amable que es la gente (en Estados Unidos se le llama nice Minnesota), y con los bosques, lagos y todas las actividades al aire libre que ofrece.

¿Qué es lo que más curioso que te has encontrado?

He vivido muchas cosas que me han sorprendido, tanto agradables como desagradables. Por ejemplo, el tema de salir a cenar y estar obligado a dejar propina, que a las 2 de la mañana esté todo cerrado, el estar considerado de mala educación quedarte en el bar a tomar algo después de cenar…

Todo esto son cosas que chocan al principio, pero a las que te acostumbras. Luego hay cosas a las que nunca te acostumbras como salir a cenar y ver que la persona que tienes al lado lleva un arma, los tiroteos constantes en colegios o centros comerciales, la cantidad de drogodependientes que ves por la calle etc.

¿Te costó mucho adaptarte a las costumbres del país?

La verdad es que no, siempre me he considerado una persona que se adapta fácilmente a nuevas situaciones, y creo que la ilusión por conocer distintas costumbres me lo hizo más fácil. Además, la familia con la que vivía siempre tuvo mucho interés en aprender de mi cultura y tradiciones, por lo que la balanza entre mantener mis tradiciones con aprender nuevas estuvo siempre bien equilibrada, lo cual lo puso todo mucho más fácil.

¿Qué echaste de menos de Senija?

Creo que todas las personas que hayan vivido un tiempo fuera contestarían lo mismo. Pero sin duda diría que lo más duro fue el echar de menos a las personas que dejas aquí, sobre todo en los momentos importantes como fiestas, cumpleaños, momentos duros etc. Aunque he tenido la suerte de conocer personas que se han convertido en mi familia durante mi tiempo allí, y se hizo mucho más fácil y llevadero.

En una balanza cuáles serían los pros y contras de EEUU

Como pros te diría como he dicho, conocer nuevas culturas, el haber visitado sitios y países nuevos, haber eliminado muchos prejuicios acerca de la cultura americana, haber aprendido acerca de mí misma.

Te diría mil cosas buenas que me ha aportado esta experiencia, pero no te podría decir muchos contras más allá de haberme perdido algunos momentos en los que me hubiera gustado estar.

¡Muchas gracias Rosa por contar tu experiencia americana!

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