Hoy os presentamos a Tardor a quien descubrimos recientemente en esta redacción. Fue en una visita a Ondara para preparar uno de nuestros reportajes, donde tuvimos que parar nuestro trabajo para contemplar una de sus obras que no nos dejó indiferentes.

Boquiabiertos nos quedamos al ver la gigantesca mujer que reposa en el cauce del río Alberca. Y rápidamente nos pusimos manos a la obra para localizar al artista de tan bello grafiti.

Hablar de Tardor es hacerlo de este joven de la Xara que nació en 1996 y, siendo el mayor de dos hermanos, se ha criado en una familia humilde donde nunca le ha faltado el amor y la pasión por el arte. Desde bien pequeño le gustaba la pintura y el dibujo aunque tampoco destacaba demasiado, era simplemente una afición que le vino inculcada por sus padres pero fue realmente al conocer el mundo del grafiti cuando profundizó y se implicó mucho más para ir creciendo como artista hasta el punto de convertirlo en su profesión. Estudió bachillerato de Artes en Dénia y luego se mudó a Madrid para continuar estudiando y formándose haciendo un Grado Superior de Arte aplicado al muro y después entró en una Escuela de Arte para estudiar Ilustración Tradicional y Digital.

¿Recuerdas tu primer grafiti?

En papel no lo recuerdo, pero el primer boceto que plasmé en pared fue letras con relleno naranja y trazo negro con unos sprays Hardcore, en el año 2013 con 16 años. Recuerdo esa época con mucho cariño en el instituto haciendo takeos y bocetos para el fin de semana pintarlos en mural.

¿Cómo y por qué dentro del mundo del arte escoges el callejero?

Desde bastante pequeño escucho rap, creo que está muy relacionado, aunque tardé unos años en adentrarme al grafiti y rodearme de gente que estuviese metida en el hip hop, creo que aquella música que escuchaba, y no siempre entendía, me marcó.
Conocí a muchos amigos nuevos que formaban parte de una cultura que me fascinaba y poco a poco me hice un hueco, aunque era muy joven tenía una ambición enorme por superarme.

¿Qué dicen en tu casa cuando les dices «papás quiero ser grafitero»?

Pues no recuerdo muy bien cómo se lo dije ni qué me contestaron, pero he de decir que desde el inicio me apoyaron aunque no entendiesen muy bien lo que hacía, no les gustaba mucho mi interés por practicar tipografías y diferentes estilos de letras, siempre prefirieron que hiciese personajes; y con el tiempo es a lo que me he dedicado porque encontré el modo de contar algo con mis obras.
Pero siempre he tenido su apoyo. Cuando empecé pinté mucho en los muros de la casa de mis padres para practicar y no eran grandes obras de arte.

¿Algún consejo a los padres o hijos que nos estén leyendo?

Creo que es importante saber escuchar y no cortar los sueños de los demás. Es increíble poder vivir haciendo lo que más me gusta y a la vez me parece lo más lógico, aunque no siempre es lo más sencillo, creo que es el camino que escogí para ser feliz.

No paras de viajar ¿qué no puede faltar en tu maleta?

En mi maleta llevo algo de ropa, protector solar y mucha pintura. Cuando se pinta en la calle hay que ir preparado, dependiendo del clima puede llegar a ser muy duro, ya sea por calor como por frío. Estando tantas horas en la intemperie hay que ir bien preparado.

Tu obra nos ha fascinado y queremos conocerla más ¿En qué lugares podemos encontrar más grafitis tuyos?

Pues en varias ciudades, por ejemplo en La Bañeza (León), Fuentes de Bejar (Salamanca), por distintos barrios de Madrid, en Ferrol (Galicia), en Dresde (Alemania) y por la Comunidad Valenciana tengo bastantes obras por Dénia, Ondara, Jesús Pobre, La Xara, Benigembla…

¿Qué sientes cuando llegan unos botes de spray a tus manos?

Pues hoy en día pinto poco con spray, trabajo casi todo con pintura plástica, con rodillo, pinceles y pistola para pulverizar la pintura, pero me sigue emocionando tener un bote entre las manos. Me siento muy cómodo porque es una herramienta con la que he trabajado durante años.

¿En qué te inspiras?

Pues depende de lo que quiera transmitir con cada obra, me gusta contar vivencias personales, reflexiones o simplemente aquello por lo que estoy pasando.
También me gusta establecer un lenguaje con el muro o la superficie que tengo que pintar no imponerle mi obra, sino más bien que me sugiere el entorno y la arquitectura.

¿Qué artistas han marcado tu obra?

Muchísimos del ámbito del arte urbano me han influenciado, algunos graffiteros con los que empecé y luego artistas a los que admiraba y hoy en día son buenos amigos. Por nombrarte algunos DMS, Hopyo, Sfhir o Tony Espinar, entre muchísimos otros.
También artistas clásicos, con los que me quedaba fascinado cuando estudiaba Historia del arte o he ido a museos, como Goya, Velázquez, Sorolla o Rembrandt.

Y si miramos al futuro ¿Cuáles son tus proyectos que van a llegar?

Tengo varios proyectos por la zona que aún no puedo revelar, si estáis pendientes de mis redes sociales iré revelando algunos poco a poco.

Así es él, Tardor, quien se ha convertido en nuestro artista callejero preferido. El mismo que convierte un simple muro en el lienzo perfecto para plasmar todo su arte. Un grafitero del que estamos seguros seguiremos hablando muchas más veces.

TARDOR

Fotografía: Marcos López Alonso

NOTICIA RELACIONADA: En El Mirall de La Marina nos adentramos por el Museo Obert a Senija

SÍGUELO: