El COVID-19 ha azotado en toda España a nuestros mayores y muchas residencias han sido las grandes perjudicadas, a pesar del gran esfuerzo de sus profesionales y medidas adoptadas. Por ello, El Mirall de La Marina ha querido saber cómo se está viviendo está situación en la Residencia Virgen de la Soledad de Ondara.

Para ello, hemos entrevistado online a su directora, Paqui Ferrando, quien nos explica cómo ha cambiado el día a día de esta residencia y cómo sus 22 usuarios y 22 trabajadores se han adaptado y han dado lo mejor de sí.

¿Cómo están viviendo este confinamiento?

En las primeras semanas con bastante estrés dado que estábamos pendientes de muchas cuestiones: sintomatología de residentes y trabajadores, cuestiones de higiene y limpieza, protocolos de actuación, órdenes de sanidad y Conselleria, atención a familiares, etc. En esta semana un poco más “tranquilos” por tener la situación un poco más bajo control, siempre pendientes de cualquier cambio y en guardia, pero más conscientes digamos del terreno en que nos movemos.

¿Cómo se encuentran los usuarios y trabajadores?

Estamos todos bien. Sin sintomatología. Nos tomamos la temperatura todos los días, tanto residentes como trabajadores.

Las medidas de precaución y el día a día han cambiado ¿Cómo es ahora la forma de trabajar?

Hemos tenido que atender a las órdenes de aislamiento y teniendo en cuenta que se debe guardar la distancia de seguridad mínima de 2 metros entre personas se ha repartido a los residentes por las dos plantas de la residencia.

Algunos de ellos permanecen en las habitaciones, otros están en salitas, algunas improvisadas para este período, y unos pocos en el salón. Por tanto, cambia sobre todo en que antes todos pasaban por el comedor para hacer las tres comidas (desayuno, comida y cena) y ahora se desayuna y cena en los sitios asignados y en la hora de la comida hay tres turnos (1º los de las habitaciones, 2º residentes de primer turno de comedor y 3º residentes segundo turno de comedor), la comida antes se ponía en vajilla normal y ahora la ponemos en bandejas de raciones para poder repartirla mejor y cada uno tiene la suya además de que pasan por el lavavajillas para un mayor control de higiene.

Todo el personal está haciendo un gran esfuerzo en el día a día ya que las  auxiliares deben de tener en cuenta todas las medidas extra de higiene  y aseo personal, en cocina también se ayuda a dar de comer y el repartir la comida en las bandejas, en lavandería se han de tener en cuenta el lavado de una forma concreta de uniformes del personal, en limpieza se deben limpiar a conciencia cada una de las superficies del centro que si ya se hacía en situación de normalidad ahora se deben tener en cuenta más cosas, además se ha reforzado esta sección con una persona aportada por el Ayuntamiento de Ondara.

¿Los mayores lo llegan a entender?

Dependiendo del estado cognitivo, demencia o patología mental hay algunos que lo entienden y hay otros que no. Dependiendo de la persona lo puede expresar directamente con lo que se puede dar una explicación y alternativas y hay algunos residentes, aunque son pocos, que lo reflejan de otras formas como estando más irascibles, presentan más cuadros de ansiedad y, por tanto, se deben buscar maneras de atenderles para aminorar estos efectos. Pero, en general, están bastante tranquilos.

¿Cómo es su día a día en esta situación que nos ha tocado vivir?

Se ha intentado mantener la rutina interna lo más fiel posible a la que había antes del confinamiento, sobre todo en cuanto a horarios porque es muy importante para las personas con demencia o patología mental mantener cierto grado de normalidad. La diferencia más grande es que no se puede salir de la residencia, ni pueden recibir visitas de nadie, ni realizar las actividades externas que teníamos programadas, tampoco puede venir Mayte Ahuir psicóloga que hacía una vez al mes una sesión de terapia con su perrita Nena, tampoco los niños del aula específica del Instituto Xebic d’Ondara que venían una vez a la semana a salir de paseo, hacer manualidades o jugar con algunos de los residentes… Actividades muy importantes que hacen que la rutina diaria no sea tan monótona o aburrida, además de activar la mente y proporcionar emociones positivas.

Nuestra TASOC y el resto de personal intentan animar en lo que pueden dentro del día a día pero esa falta de contacto social es lo que más pesa en estos momentos.

¿Qué es lo que más os preocupa a los profesionales de la residencia?

Que pueda entrar el virus a pesar de todo el esfuerzo que se está haciendo para evitarlo. Ese es el mayor temor. La responsabilidad que conlleva el que puedas ser el causante de que se instale en la residencia y se produzca la masacre que están sufriendo otros centros a día de hoy. Aunque no nos gustaría que llegara ese momento nuestro personal está preparado para enfrentarlo, aunque nuestro esfuerzo a día de hoy está enfocado a que ese momento no se produzca.

A los familiares de todos ellos, ya que las visitas han sido canceladas ¿Qué mensaje les trasmitís? y ¿Hacéis videollamadas u otro sistema para ver cómo están sus familiares?

El mensaje es de tranquilidad, de transparencia, que se sepa en todo momento cómo se está actuando y que sepan que su familiar está bien. Sí, estamos haciendo videollamadas con aquellas personas que pueden realizarlas con los que no se puede se realiza llamada telefónica o, con los que la demencia es muy avanzada, los profesionales del equipo técnico (médico, psicóloga, tasoc…)les atienden para dar la información que necesitan.

 Mil gracias Paqui y mucha SALUD para todos, usuarios y trabajadores de esta gran Residencia.

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