El relax de un spa, la última moda en ropa y complementos o unas gotitas del mejor perfume.
En estos tiempos que corren muchos son los que preferirían llevar una vida de perros, ya que algunos privilegiados de estos animales se pueden permitir más caprichos que los propios humanos.
Es el caso de esta pequeña Yorkshire Terrier llamada Chiqui que a sus pocos meses de vida, con tan solo cuatro, ya conoce los placeres de la vida gracias a sus envidiables propietarios.
Montada en su carrito llega al salón de belleza y mientras espera le toque el turno le prueban toda la moda invierno. Desde abrigos con estampados de tigre a sudaderas, pasando por elegantes vestidos de noche que forman la nueva colección llegada de Italia y París. A estas prendas se suman los complementos más variados en cuero y pedrería. En fin, por unos momentos se siente como Julia Roberts en Pretty Woman.
Tras ver lo que mejor le sienta le llega el momento de disfrutar de 60 minutos para olvidarse de todo el estrés acumulado. Porque, aunque parezca mentira, el mejor amigo del hombre también sufre de esta enfermedad tan de moda.
Una enorme bañera en la que apenas se puede ver, a esta pequeña clienta, rodeada de centenares de burbujas que le acarician y miman junto a los productos más exclusivos en el mercado para dejarla como nueva como son los mejores oligoelementos y el ozono.Sus ojitos hablaban por si solos, como diciendo “¡Dios mío que hago yo aquí!” pero en unos segundos el movimiento del agua se encarga de amansarla hasta al punto de no querer salir de allí.
Finalizado el tratamiento, y ante la atónita mirada de su propietaria, nuestra protagonista deja la bañera para que su peluquera finalice su trabajo. Para secarla primero un aspirador que le trague el agua y el aire caliente para rematar la faena, una buena cepillada y los resultados saltan a la vista. Su pelo radiante con una suavidad y brillo insuperable y eso sí, lo más importante, el relax del pequeño animal.Chiqui se siente como nueva y es momento de irse a casa, pero antes unas gotitas del mejor perfume francés “Oh my dog” que huele a flores y unas chucherías caninas como premio a su buen comportamiento.
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