Quién le iba a decir a esta vecina de Benissa, Clara Mir Moll, que el viaje que preparaba con tanta ilusión para ver a su amiga que reside en Brasil en Lagoinha (Estado de Ceará) le obligase a permanecer casi tres meses sin poder salir al estallar el Covid-19.

Y como www.elmiralldelamarina.es no conoce fronteras mantuvimos una entrevista con ella para poder dar a conocer a nuestros lectores su delicada situación, en la que Clara confía en poder regresar pronto.

Clara, que se dedica al campo  holístico (Reiki, masajes energéticos trabajados desde la presión, algo de numerología…), viajó a Lagoinha el pasado 8 de marzo para visitar a su amiga. “La previsión era pasar 21 días aquí y volver el día 29 de marzo, pero al poco tiempo de llegar estalló toda esta situación y la compañía aérea canceló mi vuelo de vuelta, así que empecé a buscar opciones”, relata.

“La compañía aérea junto con otra han estado cancelando y reprogramando mi vuelo de vuelta unas 10 veces. Pagué la diferencia de las tasas para ello y a día de hoy sigo sin vuelo ni fecha para volver. También he estado buscando con otras compañías, pero no ha sido fácil, porque la gran mayoría de los vuelos han sido cancelados. Hasta una de ellas me vendió uno ya cancelado. Lo descubrí una vez en el aeropuerto de Fortaleza”, explica esta vecina.

Otro hándicap para ella es que se encuentra en un poblado muy alejado de Fortaleza a más de dos horas, sin vehículo y con el transporte público parado. Para poder ir Clara tuvo que buscar a una persona que le llevara, algo que le costó mucho por la cuarentena, aunque tuvo la suerte que de que le esperó las horas que estuvo en el aeropuerto para traerla de vuelta.

Asimismo, denuncia que han cancelado muchísimos vuelos, lo que supone un riesgo comprar otro. “De repente cancelan y no quiero quedarme por ahí en alguno de los aeropuertos tirada. Si al menos el aeropuerto estuviera más cerca sería más fácil, porque al final estoy en medio de la naturaleza esperando encontrar una solución”, subraya.

Consulado

En cuanto al Consulado, Clara especifica que es un tema muy extenso, ya que está el Cónsul Honorario de Fortaleza, que no es el general, pero siempre me han respondido e informado. Le explicaron que mientras hubiera un solo vuelo comercial a España, no habría repatriación, que correría de su cuenta. “Hubo en mayo una subida de precios de los billetes de avión, llegué a verlos desde 1.500 a 3.000€. Inviable para mí. Me decían en el Consulado que volara a Portugal y de ahí fuera a España con un coche de alquiler. Imposible asumir un gasto tan grande. Y más teniendo ya un billete pagado”.

Luego está el Consulado General de Salvador de Bahía. Estos, no solo no me han ayudado, sino que me han llegado a decir que ellos no son una agencia de viajes y que ya me habían dicho que debía volver a España (como si yo no fuera la más interesada en volver a mi casa) que otros españoles habían vuelto ya con la información que ellos daban. Además, que no podían ofrecerme ayuda económica, que no la pedí, tratándome con mucho recochineo. Me quejé diciéndoles que dónde estaba la ayuda real que daban. Me respondieron que ya me habían dado la ayuda que por derecho me correspondía, relata Clara, quien comenta que “les volvió a escribir y recibió un correo automático de que habían cerrado habilitando un teléfono de emergencias las 24h. Vi un vídeo de una grabación de un español que llamó de noche y desde el mismo Consulado le dijeron que no eran horas y que si quería podía morirse”, lamenta.

 En Brasil ¿Cómo está la situación?

Aquí en Brasil parece que la cosa está bastante fea. Pero no tenemos televisión ni nos interesa demasiado ver noticias, porque aquí donde estamos prácticamente no existe la sanidad. Hay un pequeño hospital en el pueblo vecino a unos 14km y la gente dice que es horrible, mejor no ir. Ha llegado a ir un niño con la pierna rota y como no se le salía el hueso no le hicieron placa. Otro de aquí del pueblo con una bala en la pierna por un disparo y le dijeron que no podían operarlo, y lo mandaron a casa con la bala en la pierna. Vamos, no se considera la opción de la sanidad aquí.

Mis amigos Cristina y Mauricio y yo, llevamos confinados desde que comenzó, que a Brasil todavía no había llegado, y seguimos haciéndolo. La verdad es que es una suerte estar en una casa de campo, abierta, y en medio de la naturaleza. Podemos salir a dar paseos porque no hay nadie en medio de las dunas o en el mar, que es inmenso. Eso nos salva.

Cuéntanos un poco que has hecho durante estos meses

Nos hemos dedicado a hacer artesanías, que Cris nos enseñó. Estoy aprendiendo a tocar la guitarra, lectura, dibujo, jardinería. Hemos plantado casi todas las verduras que comemos. Hemos rehabilitado la parte de la calle de enfrente de casa, arrancado los arbustos y haciendo un jardincito con piedras y plantando plantas.

Además, yo soy vegana y bueno, eso en el lugar que me encuentro es relativamente difícil. Las opciones son más reducidas. Aunque he encontrado legumbres, algo de fruta y algo de verdura.

¿Qué sacas de positivo de esta experiencia? 

El confinamiento ha tenido sus altibajos, lógicamente, pero, en resumen, está siendo una experiencia de realización personal, de aceptación y de mucha belleza y felicidad. A pesar de los inconvenientes me siento muy agradecida de haberlo vivido desde aquí y de esta manera. Además, ahora hablo también portugués. Todo suma.

A día de hoy, no tengo fecha de vuelta. Mi familia me ayuda desde España. En la agencia de viajes les dieron una información de la compañía aérea, a mí la misma compañía me da otra y ya no sé qué hacer. Creo que esto es una tomadura de pelo enorme.

También tengo dos amigas, una de Benissa y otra de Xaló en Filipinas en la misma situación.

Lo que deseo es poder volver pronto.

Desde www.elmiralldelamarina.es le mandamos muchísimos ánimos a Clara y deseamos que su situación se arregle y pueda regresar a Benissa, y le agradecemos su testimonio para saber cómo está viviendo esta difícil situación. Ànim Clara!!!!!!

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