“Es una aventura para afinar la brújula interna, esa que te guía en el día a día y te indica el camino a seguir para poder seguir evolucionando”, nos decía este joven de Teulada Moraira, Edgar Espinosa, en una de nuestras entrevistas. Ahora ya suma 8.000 kilómetros en su mochila viajera y se encuentra aproximadamente a unos 4.000 km de llegar a su destino China en bicicleta.

Conocido en redes como Edgar Innerevo desde el principio El Mirall de la Marina ha querido realizar su seguimiento y hacer balance de estos meses de aventura, porque es digno de elogiar que un joven de 24 años emprenda este viaje en bicicleta con 20.000 kilómetros por delante desafiando a las condiciones climatológicas, pero disfrutando de cada momento y experiencia de este viaje.

Edgar, tras el parón en el invierno retomas de nuevo tu aventura hace unos meses ¿Cuántos kilómetros llevas ya en tu mochila viajera?

Ya son un total de 8.000 kilómetros desde el comienzo, 3.000 más desde que retomé en Macedonia casi 4 meses.

¿Qué destacarías de estos meses de viaje?

Creo que el viaje, sobre todo en Turquía, me ha marcado como persona, haciéndome reflexionar sobre hábitos y miedos que tenemos en Europa que en otros países no se dan.

Sobre todo, relacionado con el compartir y el acoger a gente en casa (sean extranjeros o bien, conocidos), un pilar cultural que marca la interacción social entre los residentes. Además, como esa actitud crea una sensación de unidad y fortaleza en su sociedad, cuidando los unos de los otros cuando más necesario es.

Alguna anécdota curiosa

Llegué a una pequeña ciudad llamada Pülümür en Turquía y no me dejaban acampar porque había osos pardos por la noche paseándose por las calles, así que acabé durmiendo en la casa del doctor de cabecera de la ciudad esa noche.

Al día siguiente, tras llevarme a un restaurante a tomar un desayuno turco, me presentó al periodista de la zona, que tras unos intercambios cortos conmigo decidió grabar un vídeo y una entrevista para la televisión nacional turca (¡y todo hablando en turco!). Me trataron de maravilla y el vídeo tuvo mucha repercusión mediática.

Y la peor

Despertarme un día en Georgia (país de clima húmedo subtropical) a las siete de la mañana en una lluvia torrencial y darme cuenta de que dentro de mi tienda había dos dedos de agua. Me moví inmediatamente e intenté llegar al hotel más próximo con rapidez, pero fue bastante para que mi teléfono casi dejara de funcionar y la cámara se estropease.

¿Se hace duro el pedalear? ¿Cómo preparas el día a día?

Dependiendo de la jornada por delante y del lugar en el que me encuentre, puedo o bien improvisar el camino a medida que avanzo (siempre hacia el Este) o bien tener puntos marcados a visitar en el mapa.

Y si, hay días en los que la motivación escasea, más aún con temperaturas rondando los 40 grados a las 11 de la mañana, haciendo que rodar ya no sea seguro a partir de esa hora. Pero aparte de eso, generalmente es divertido pedalear durante horas, habiendo encuentros bonitos durante el día con gente que pasa o simplemente observando los paisajes y la fauna y la flora que me rodea en cada momento.

De los países que has ido visitando ¿Cuál es el que más te ha atrapado?

Turquía, sin duda. Un país repleto de diversidad cultural, culinaria y lingüística, en una zona geográfica repleta de misterios e historias de guerras milenarias e imperios míticos.

Pero además de todo eso, un lugar en el cuál eres acogido como si de tu familia se tratase, haciéndote sentir agasajado en prácticamente todas las interacciones, tengan mucho o tengan poco, te hacen sentirte realmente cuidado y en seguridad. Hay una expresión en su lengua y cultura que expresa este tipo de actitud hacía los extranjeros y es “tandrı mısafır” – literalmente: invitado sagrado.

¿Cuántos kilómetros por delante para llegar al destino?

Pues quedan alrededor de 4.000 kilómetros por delante en Asia Central, la mitad de ellos en zona de desiertos (Kazajistán y Uzbekistán) y la otra mitad en montañas a más de 4.000 metros de altura (Tayikistán y Kirguistán). Dos polos muy opuestos; calor extremo y temperaturas gélidas.

¿Qué esperas de esta gran aventura?

Seguir aprendiendo de los retos que cada cuesta del camino representa e implementar en mi vida las lecciones que nacen de su superación. Siempre con la esperanza de que compartirlo con la gente inspire y avive la llama de sus propios sueños.

¡Buen viaje Edgar!

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