Un cáncer de mama le ha hecho que esta semana, la semana de la marea rosa, no le pase nunca más desapercibida. Por eso, Marga Cano está dispuesta a abrazar la vida y a seguir dando a conocer el nombre de la Benissa, el pueblo que la acogió un día.

No lo hará sola: amas de casa, alumnas de patchwork, asociadas de Alicante Para la Lucha Contra el Cáncer e incluso su madre, se armen de aguja y dedal y empiecen a coser la gigantesca obra que arropará el ficus del parque de la localidad. Una obra que no dejará indiferente a nadie, con mensajes escritos por los más pequeños llenos de esperanza, y que será inaugurada este viernes a las 20 horas.

Centenares de camisetas que, alumn@s de los colegios y vecin@s, han aportado para poner su granito de arena.

El arte se convierte en la mejor bandera para visibilizar esta enfermedad que la artista vivió en primera persona.

En 2020, la vida la desafió de manera inesperada cuando un diagnóstico de cáncer de mama llegó como una tormenta. A pesar de la reticencia inicial de un ginecólogo que minimizaba su preocupación, Marga confió en su intuición y perseverancia, y logró detectar la enfermedad a tiempo.

Desde entonces, ha atravesado un año y medio de intensos tratamientos: quimioterapia, radioterapia, branquiterapia y una cirugía. A día de hoy, continúa enfrentándose a desafíos constantes, con pruebas médicas, análisis, visitas a especialistas, y un tratamiento en curso. Sin embargo, su espíritu sigue inquebrantable.

Marga Cano se ha reinventado a sí misma con una nueva filosofía de vida: disfrutar de cada momento abrazando la alegría en cada paso del camino, abrazar sus pasiones y sobre todo, al igual que su obra, abrazar a la vida.

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