Seguimos conociendo a más protagonistas del COVID-19
Raquel Navarro Llop es una de los millones de estudiantes que se ha visto afectada por el COVID-19 y, aunque afortunadamente no es una de las contagiadas, sus estudios sí que se han visto truncados por esta pandemia.
Desde El Mirall de La Marina queremos agradecer que haya aceptado nuestra invitación y la verdad es que escribir sobre ella nos llena de ilusión, ya que la hemos visto crecer tanto personal como académicamente.
Una benissera de 21 años que estudia 4º de Medicina en la Universitat Autònoma de Barcelona, en concreto, en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y aunque aún le falte algún tiempo para poder escoger especialidad, siempre ha querido ser oncóloga infantil y, según afirma, “espero poder cumplirlo algún día”. Estamos seguros que sus sueños se cumplirán y muy pronto tendremos entre nosotros a una gran Doctora.
Raquel, ¿Cómo llevas el confinamiento?
La verdad es que no me puedo quejar, después de estar tanto tiempo lejos de casa, volver aquí y disfrutar de mi familia no tiene precio, aunque obviamente hubiera preferido tener que volver por otros motivos bien distintos. Me lo estoy intentando tomar con tranquilidad y paciencia, intentando mantener una rutina dentro de lo posible.
Retrocedemos unos cuantos días para saber en qué momento de la carrera te encontrabas cuando se cerraron las universidades.
Yo llevaba más o menos un mes de clases y prácticas en el hospital desde que empezó el segundo cuatrimestre. Justo la semana en la que la Generalitat decidió suspender las clases yo me encontraba de prácticas rotando por el servicio de Neumología, sí, toda una casualidad. La verdad es que la noticia del parón universitario me vino un poco por sorpresa y no lo llegaba a entender, ya que justo había estado tratando con pacientes con todo tipo de neumonías y, realmente, el famoso coronavirus en aquel momento parecía desconocido por los pasillos. Apenas se rumoreaba que había algún caso en el hospital, y yo ni si quiera lo había visto, por tanto, “ojos que no ven corazón que no siente”.
¿Cómo ha afectado esta situación a vuestros estudios?
Al principio fue un poco caótico, ya que nuestros profesores son médicos que ahora mismo están dando el 100% de sí mismos en el hospital, de manera que no podemos exigirles nada en cuanto a nuestras clases, no tienen demasiado tiempo para nosotros los pobres. Aun así, les estamos muy agradecidos ya que nos están intentando poner las mayores facilidades posibles, y dentro de lo que cabe estamos pudiendo seguir estudiando con apuntes de años anteriores.
Se cierra la Universidad y llega el momento de tomar una gran decisión, volver a casa ¿Y cuándo y por qué decides hacerlo?
Decidí volverme el mismo día que anularon las clases al completo. Al principio estaba un poco dudosa, porque pese a no haber tenido ningún tipo de síntoma, tenía muchas papeletas para estar infectada y me daba miedo contagiárselo a alguien, incluso me llegué a sentir irresponsable por ello. Sin embargo, me dio la sensación de que esto iba a ir para largo, y en realidad nadie me podía asegurar ni que yo estuviera contagiada ni que alguien de mi entorno no lo estuviera ya previamente a mi llegada. Además, para estar encerrada en casa durante tanto tiempo, nada mejor que la compañía, y mis compañeras de piso también habían decidido marcharse.
Ahora queremos saber ¿Cómo es tu día a día?
Por suerte es bastante entretenido, entre faena de la universidad y alguna que otra serie en internet, se pasa el día rápido. También hemos sacado del fondo de los cajones juegos que ya no sabíamos ni que existían, lo que sea con tal de no aburrirse. He visto que mucha gente hacía ejercicio en casa, y he de decir que lo he intentado, lo prometo, pero no ha triunfado mucho la idea.
Como podemos ver has hecho de todo un poco estos días, pero ¿Has tenido alguna clase o examen online?
Como he contado, en nuestro caso la situación es un poco difícil por los profesores, así que de momento no. Aun así, sí que nos han comentado que lo intentaremos un poco más adelante en la medida de lo posible.
Y si hablamos de la vuelta, ¿Os han comunicado cuándo será?
No la verdad es que estamos un poco a la espera de que nos expliquen algo. De momento, al igual que las clases, está un poco en el aire. Y es una situación un poco agobiante, pero hemos de entender lo que realmente es importante ahora mismo.
Raquel, preciso preguntarte si has temido contagiarte, si tienes amigos o sabías de estudiantes que padecían la enfermedad.
En realidad, sí, pero ha sido más bien a posteriori, al ver como los contagios han ido en aumento poco a poco. Sin embargo, en su momento no era del todo consciente del peligro de contagio de algo así, pese a que siempre mantenemos cierto protocolo de higiene y protección.
Y sí, se de casos de algunos estudiantes que se contagiaron, por eso probablemente también se aceleró el proceso de anulación de las prácticas, ya que era tanto un riesgo para nosotros como para los propios pacientes, para los que podíamos suponer una fuente de contagio extra innecesaria.
Vas a formar parte del futuro de nuestra sanidad, ¿Qué mensaje esperanzador nos podrías dar?
Para empezar, me gustaría enseñaros una frase que encontré el otro día por las redes sociales y que me gustó mucho, en la que decía: “Pensábamos que teníamos la mejor sanidad del mundo y resulta que tenemos a los mejores sanitarios del mundo, que no es lo mismo”. Y es que, pese a que se han visto desprotegidos y desinformados, no han dudado ni un segundo en dar el máximo de cada uno de ellos, y eso ya nos debería de enorgullecer y tranquilizar.
Por otro lado, como ciudadanos, es súper bonito como cada uno ha intentado ayudar en todo aquello que estaba en sus manos, ya sea donando material sanitario, haciendo mascarillas caseras, llevando comida a los trabajadores de la sanidad o simplemente, quedándonos en casa. Todo, absolutamente todo, es importante y necesario, y también nos ha ayudado un poco a quitarnos de la mente todos esos “problemas” que realmente no lo son y darnos cuenta de todo eso que ahora echamos de menos. Y es que ahora, hemos aprendido la importancia de algo tan básico como los abrazos de alguien querido, de una sonrisa cómplice con amigos, de los paseos con cervecita final los domingos, o simplemente, de esa rutina tan necesaria que nos acaba llenando de cosas buenas y malas y que nos hacen aprender a diario.
Quién sabe, quizás de esta situación tan dura podemos sacar algo en positivo.
¿Y si tuvierais que pedir un deseo?
Obviamente que no haya más muertes y que esta situación se acabe lo antes posible. Y ya, puestos a pedir, que cuidemos un poquito más de aquellos que nos cuidan, que no es tan difícil, de verdad.
Por último, no quiero perder esta oportunidad que me están dando para hablar de una iniciativa que se ha propuesto en este caso en el Hospital de Sant Pau para animar al personal sanitario. Se trata de enviarles cartas, mensajes o incluso dibujos nuestros o de nuestros peques, que me consta que les están emocionando y gustando muchísimo. Si os animáis, no dudéis en enviarlos a: missatgesquecuren@santpau.cat o subirlos a las redes sociales con el hastag #missatgesquecuren.
¡Gracias y mucho ánimo para estos días que nos quedan!
Gracias Raquel cuídate mucho y que el mundo de la medicina se prepare porque muy pronto les va a llegar una gran Oncóloga Infantil dispuesta a dejarse la piel por sus pacientes.
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