La emoción y el amor por los caballos se desbordan en la Volta en Carro que regresa con l’Associació de Carreters i Caballistes de Benissa .

Para los amantes de los caballos, la Volta en Carro y el Tir i Arrosegament son los eventos más queridos en el mundo de la cultura ecuestre valenciana. Son la oportunidad perfecta para que los aficionados participen e interactúen entre ellos, creando lazos y compartiendo su pasión.

Este grupo de entusiastas ha logrado recuperar y promocionar esta afición tan arraigada en nuestra tierra. La aventura comienza en Benissa. Aquí 10 carros, 20 caballistas y 20 caballos partirán este viernes, desde la Basílica de la Puríssima Xiqueta, tras su bendición. El sábado recorrerán Xaló, Alcalalí, Parcent y Benigembla. Un total de 21 kilómetros  a los que seguirán 18 más hasta llegar a Pedreguer, pasando por Orba y Benidoleig. El lunes de vuelta a casa, pasarán por Gata y Teulada hasta llegar a Benissa.. En su recorrido, los caminos empedrados, los riachuelos y los campos de vid serán testigos privilegiados de su paso, mientras se sumergen en la belleza de nuestro paisaje.

El presidente de la asociación organizadora es un verdadero apasionado de los caballos, cuyos vínculos con esta tradición se remontan varias generaciones atrás. El tatarabuelo de su madre era herrador, y su abuelo paterno trabajó sus tierras con animales hasta los años 60. Esta afición se transmitió a su hijo en los años 80, cuando finalizó su servicio militar.

Quico Llopis, el presidente, es un verdadero experto en el campo de los caballos. Sigue asistiendo a ferias nacionales para mantener contacto con otros ganaderos, escribe en revistas especializadas en tracción animal y colabora con varias asociaciones relacionadas con este fascinante mundo. Conversar con él es adentrarse en un mar de conocimiento, podríamos pasar horas y escribir muchas líneas sobre todas sus experiencias y sabiduría.

La Volta en Carro es mucho más que un simple evento. Es un viaje emocional, una forma de conectar con nuestras raíces y honrar el legado de nuestros antepasados. Es una oportunidad para sentir la brisa, el tintineo de los arneses y el sonido de los cascos en perfecta armonía con la naturaleza. Es, en definitiva, una experiencia que nos une y nos llena de orgullo por nuestra tierra y su rica cultura ecuestre.