Son las seis de la tarde y nuestra cita es un lugar muy especial para Esther en Moraira, el tradicional Bar Miramar. Un lugar que a esta joven le trae siempre buenas vibraciones y buenas noticias. Allí nos espera acompañada de su mano derecha, su suegra, Elena Rivas vestida con uno de sus modelos. Juntas hacen un gran tándem, sus miradas y complicidad lo dice todo.

Entre risas y miles de ideas comenzamos a conversar con Esther Canet, de 23 años nacida en Moraira. Nos contagia su entusiasmo, su simpatía, su risa y sobre todo su pasión al hablar de moda.

 ¿Cómo nace la idea de convertirte en Diseñadora?

Mi madre toda la vida me ha dicho que me había puesto nombre de diseñadora, y a mi hermana de escritora. Y la verdad es que yo he acabado convirtiéndome en diseñadora y mi hermana en periodista. Acabé el Bachiller y cuando me preguntaron qué elegía escogí Diseño, porque siempre me ha gustado.

Estudié Diseño de Moda en la Escuela de Arte y Diseño Barreira en Valencia y el primer año no me fue muy bien, aún no conocía a Elena, y en el segundo año que ya conocí a Elena me cambió la vida. Porque ella sabía mucho coser, ya que ayudaba a su hermana, y a nosotros en la carrera no nos enseñaban a esto. Siempre recordaré de ir a su casa y verla cosiéndose un pantalón y camisa y enseñarme las revistas donde había sacado la idea y a mí me despertó esa curiosidad por la costura, algo que desconocía, puesto que eso no te lo enseñan en los estudios.

Porque el diseño es algo muy vacío sin la costura detrás, porque si no comprendes la costura no hay diseño que valga. Hay que unirlo todo. Y gracias a Álvaro y a Elena entiendo la ropa cómo tiene que ser porque me inculcaron esa pasión por la moda desde la base, conociendo las telas, cómo coserlas cada una y luego ya darle forma al diseño.

Terminaste tu carrera y saltaste al mundo empresarial ¿No?

Así es. Finalicé la carrera con Mención de Honor y yo (entre risas) siempre digo que la mitad de la carrera la hizo mi suegra, si bien su suegra, Elena Rivas, comenta que ella no era consciente de que estaba transmitiendo eso, sino que ella venía a casa me veía coser y de ahí se interesó mucho.

Entre estudios me lancé al mundo empresarial y cree mi propia firma con mi nombre EC el año pasado. Y como la vida está llena de casualidades estaba yo cenando en este bar con mis padres y la dueña de la tienda Lou Lou de Moraira que me vio entrar con una chaqueta Chanel que había acabado de hacerme y con mi ilusión, se acercó y me comentó que iba a realizar un desfile de moda en Moraira y por qué no enseñar mi ropa y que la gente pudiera conocerla. Y gracias a ella lo hicimos y pude observar las clientas potenciales que podía tener mi marca y cómo la gente del pueblo valora lo que hacemos los jóvenes.

De ahí pensé que podía crear mi colección y venderla. Y esta tienda es uno de los lugares donde se pueden encontrar mis diseños que están a la venta y que el año pasado lancé como empresaria y en Biarritz también gracias a ella. El próximo año en marzo-abril se podrán comprar  a través de la página web www.esthercanet.com. Y este año comenzaré un Master en Comunicación de Moda en Valencia.

¿Dónde nacen tus diseños y dónde se confeccionan?

Desde hace poco tiempo tengo en mi propia casa en Moraira mi propio Taller, muy parisino. Es todo cien por cien fabricado en España.

Son colecciones  muy pequeñas, exclusivas. Y además, también puedo confeccionar en exclusiva vestidos de novia o trajes de fiesta para una ocasión única, si contactan conmigo las personas interesadas.

Tu primera colección Primavera-Verano 2019 “La Técnica detrás del volante” te llevó hace una semana a la Alicante Fashion Week ¿Cómo fue la experiencia y cómo es esa colección?

 La experiencia fue sensacional. 650 personas asistieron al desfile y muchas personas me contactaron interesándose dónde podían comprar la ropa. Así que agradezco todo el apoyo y cariño recibido.

Mi inspiración siempre es reivindicar la belleza femenina y que siempre se vea favorecida la mujer. La colección se centra en los volantes, porque soy una fan de estos, es un recurso estilístico que para mí, jamás pasará de moda. Fue una colección que empecé para mi trabajo final de carrera, y que ahora para la Fashion Week de Alicante, la amplié  y mejoré.

Se llama la técnica detrás del volante porque pensé en una colección puramente técnica, de realizar pruebas con tejidos baratos, para sacar diferentes volantes y luego me los probaba e iba rectificando a medida que iba haciendo. Es como más me gusta trabajar, ir probando sobre mí. También me centro mucho en la calidad de los tejidos, pido mínimo de calidad, que los demás considerarían alto, pero no lo puedo evitar, no puedo realizar una prenda con un tejido que no sea agradable, tanto visual como al tacto. Éste es el lienzo de nuestro arte, es éste el que le da la forma a nuestras ideas. Por eso elegí tejidos Liberty, que son tejidos realizados con materiales puros, como 100% algodón y 100% seda, como es el caso de esta colección.

¿De dónde te viene esa pasión por la moda?

La verdad es que desde siempre. He sido una persona muy coqueta, muy femenina, me han encantado siempre las faldas y los vestidos.

 ¿Cómo te describirías como diseñadora?

Muy femenina busco que los diseños sean elegantes y que favorezcan a toda mujer. Y muy entusiasta, me encanta elegir la tela, tocarla y ver cómo puede resultar en el diseño. Es mi lienzo de inspiración.

¿A quién te gustaría vestir con tus diseños?

 Es muy difícil, aunque hay dos personas que me gustaría que llevasen diseños míos. Una es Chiara Ferragni, una blogger de moda muy famosa, por el impacto que tiene en la gente, y otra porque me gusta mucho su estilo Blake Lively. 

¿Qué opinión te merece la moda en España?

 En la moda española estamos en una etapa que todo vale, y yo no estoy de acuerdo, se está imitando mucho a la moda de fuera y estamos olvidando nuestra cultura de moda, aunque hay diseñadores que valen mucho.

¿A dónde te gustaría llegar?

Lo que más me gustaría es vivir de lo mío. Me encanta lo que hago, quiero ir por este camino, cada día más, superándome, y me encantaría llegar a que la gente me conociera, a vender y tener tiendas en el Corte Inglés, en Valencia, Madrid, Barcelona…

“Somos todos un equipo. Gracias a mi madre que me puso el nombre, gracias a Álvaro y a Elena por introducirme en el mundo de la costura, gracias a Lou Lou por abrirme el campo empresarial y a todos los que me han ayudado en este camino”