La Nutricionista y Coach de Teulada Ana Signes nos desvela cuáles son las claves de una buena alimentación y cómo se educa para conseguirlo
Son muchas las ocasiones en las que me encuentro con personas que quieren cambiar sus hábitos alimentarios o acelerar su pérdida de peso en un tiempo récord.
Cuando hablamos de trabajar hábitos saludables, educarnos en alimentación y tener un aprendizaje en este ámbito yo siempre lo comparo con el siguiente ejemplo:
Cuando un niño empieza a leer, tiene un proceso. Primero empieza a conocer las vocales, las consonantes, después va leyendo frases sencillas, poco a poco va leyendo párrafos, hasta que finalmente consigue un aprendizaje con la lectura. Este proceso dura años.
Al niño, se le ayuda, se le motiva y se le van reforzando sus logros para que de esta forma continúe su proceso. Y también hay que decir que cada niño lleva un ritmo distinto, hay unos que van más rápidos y otros más lentos.
Bien, volviendo al tema de la educación alimentaria, en este ámbito existen malos hábitos de toda una vida, de costumbres insanas y conductas que las personas las realizan de manera automática, muchas veces sin darse cuenta.
Esto requiere un aprendizaje, trabajar desde la consciencia (para darse cuenta de las cosas), se trata de un proceso y cada persona tiene el suyo propio, porque cada persona es única.
También me doy cuenta que muchas veces las personas caen en la comparación: “Un amigo ha perdido 4 kg en 2 semanas y yo mira lo lento que voy”.
Caer en la comparación es un error en letras mayúsculas, cuando un niño empieza a leer no se le compara con nadie, tampoco se le dice continuamente que va demasiado lento. Pero sin embargo en nuestro leguaje interno y, a veces externo, sí que existen estas comparaciones.
Esto pasa porque no somos plenamente conscientes del papel que juega la alimentación en nuestras vidas, en lo que respecta a nuestra salud y tampoco lo tenemos integrado como un proceso de aprendizaje.
Hoy en día oigo todavía comentarios como este; “Para bajar peso hay que cerrar la boca” o cuando se habla de alimentación solo escucho dos palabras, “Calorías” y “Kg”, como si no existiese nada más.
Mi mensaje para aquellas personas que lean este artículo, es que la alimentación se educa, se entrena y como tal requiere un tiempo, un proceso y hay que respetarlo.
Necesitamos construir hábitos sanos, que son pequeñas acciones repetidas muchas veces a través del tiempo que nos generan grandes resultados a largo plazo.
A nuestro cuerpo no le gustan los cambios bruscos, como son las bajadas de peso rápidas porque no es capaz de mantenerlas, ni las restricciones de alimentos, con esto generamos un desequilibrio que el organismo lo traduce en problemas de ansiedad.
Cuando se intenta ir por la vía rápida, es un autoengaño en el cual la persona termina mucho peor de lo que estaba.
Cuando no te sientas bien y decidas emprender un cambio de hábitos, ten paciencia contigo mism@,aprende a disfrutar del proceso, celebra los pequeños logros, date tiempo en las dificultades pero sobre todo CONFÍA EN TÍ y en tus posibilidades.
Una última cosa, tu cuerpo es el único lugar que tienes para vivir mientras estés vivo, acuérdate de tratarlo bien y de darle lo mejor.
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