Un balance más que positivo como se pudo comprobar en la cena de hermandad. Un encuentro cargado de emoción y camaradería que reunió a socios, carreteros de diferentes partes de la Comunitat Valenciana y amigos. Más de 40 apasionados de los caballos se congregaron, demostrando que una convocatoria modesta puede convocar a un grupo numeroso de personas con las mismas inquietudes.

La Volta en Carro a La Marina se convirtió en el lugar perfecto para establecer nuevas amistades y para que aquellos que se habían separado durante 20 años pudieran reencontrarse. Un espacio de risas, anécdotas y nostalgia compartida, creando un ambiente cálido y acogedor.

Tras el éxito de esta edición, ya se está planificando una nueva «volta en carro» para el próximo año, con la idea de incluir la Vall d’Ebo y agregar un día más a esta tradición.

Cinco días han sido más que suficientes para vivir la pasión por este mundo rural y que quede patente en nuestros pueblos, mostrando una sociedad rural viva y resiliente. Estos cinco días han servido como una oportunidad para transmitir esta tradición a las nuevas generaciones y permitir que los mayores recuerden a sus antepasados con cariño.

Este encuentro no solo ha reunido a los amantes de los caballos, sino que ha fortalecido los lazos que unen a las comunidades rurales. En un mundo lleno de tecnología y distracciones, este evento ha recordado a todos la importancia de preservar y valorar nuestras tradiciones, conectándonos con nuestro pasado y fomentando el sentimiento de pertenencia a nuestras raíces.

No cabe duda de que este evento dejará una huella imborrable en los corazones de todos los participantes, y seguramente seguirá siendo recordado y celebrado en los años venideros, manteniendo viva la pasión por los caballos y la sociedad rural en nuestros pueblos.