Una historia de superación que pretende ayudar a los jóvenes que estén sufriendo bullying
Son las 12 del mediodía y acudimos a entrevistar al joven de Moraira James van Drunen para que nos cuente sus logros deportivos. Es entonces cuando Carlos Giménez Tarín, con su cámara, y nosotros con la grabadora en mano, empezamos a preguntar y nuestra entrevista y este reportaje nos da un giro de 360 grados.
Pronto nos damos cuenta que, a pesar de estar entre los mejores del Paddle Surf, en el Top 50 del mundo y Top 5 de España, su mayor logro ha sido vencer al bullying.
Las olas de la playa del Portet se convierten en la banda sonora de esta historia de superación que nos pone los pelos de punta y decidimos cambiar nuestro guión y que James se convierta en el embajador de los jóvenes que viven en su piel esta lacra social a quien quiere animarles a que se abran y hablen de su problema con sus seres más queridos, ya que él no lo hizo y piensa que es lo que más le hubiese podido ayudar.
Su ahora atlético cuerpo, fue testigo de un acoso que nos cuenta y quiere que compartamos con nuestros lectores para ayudar a aquellos que lo estén pasando mal.
Así que para seguir con esta historia de superación vamos a daros a conocer un poco más a este gran campeón: James van Drunen, de madre inglesa y padre holandés de 19 años y que desde que nació vive en Moraira. James, a sus 13 años, pesaba 120 kilos y anhelaba ir a la playa con sus amigos cada verano, pero su aspecto le impedía ir a disfrutar con ellos. Un hecho que se agravaba cuando volvía septiembre y tenía que regresar al instituto ya que allí sus compañeros de clase le insultaban, pegaban e incluso escupían por el simple hecho de pesar más kilos que ellos. Un maltrato que arrastraba desde el colegio.
Un día James decidió cambiar su vida y curar sus cicatrices, así que tiró los videojuegos que le robaban 6 y 8 horas diarias, dejó de beber los azucarados refrescos que tanto le gustaban y empezó a hacer deporte. En un año había perdido 30 kilos.
Es ahí cuando empieza a gustarle el deporte y ve como su hermana menor practicaba Paddle Surf y «quise ser mejor que ella» bromea James. Un día, y tras alquilar una tabla, se le acercó un bañista de Barcelona y le dijo que tenía buena potencia, animándole así a practicar este deporte del que ahora lo ha convertido en su profesión.
Una profesión que le ha hecho recorrer medio mundo y disfrutar de las olas de Islas Mauricio y de las de Sídney, el sueño de todo surfero.
En la actualidad, James entrena duro, 6 veces a la semana y 2 veces al día y está a punto de finalizar su temporada. Este fin de semana acudirá a El Campello y el próximo a Xàbia.
Ahora nosotros le dejamos seguir entrenando, con el compromiso de volver a quedar para seguir hablando de sus logros. Os podemos asegurar que James nos ha robado el corazón y es tan buena persona que, aunque no ha olvidado todo lo sufrido, ha llegado a perdona a muchos de los que le maltrataron en su niñez y adolescencia.
Quién sabe, si la misma vida que ahora ha recompensado a James y lo ha llenado de triunfos, les devuelve lo que le dieron a esos maltratadores.
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