El empresario benissero volverá este fin de semana a ayudar a los más necesitados
El pasado martes 29 de octubre, las redes sociales comenzaban a mostrar las primeras imágenes de una tragedia que pronto conmocionaría a toda la Comunitat Valenciana. La DANA generó lluvias torrenciales que inundaron calles y arrasaron pueblos, dejando a miles de personas atrapadas y en necesidad de ayuda urgente. En medio de esta emergencia, Javier Gómez, propietario de Espectacles l’Afició, fue uno de los primeros en reaccionar ante el desastre, impulsado por la necesidad de saber si sus seres queridos estaban a salvo y de encontrar formas de ayudar a aquellos que lo necesitaban.
Una llamada desesperada y el inicio de una misión de ayuda
El miércoles 30 de octubre, tras despertar con noticias preocupantes sobre las inundaciones, Javier recibió una llamada de su madre preguntándole por su amigo David. Nadie había podido contactar con él desde la noche anterior, y las comunicaciones parecían haberse cortado en muchas de las áreas afectadas. La angustia se incrementó cuando otros conocidos tampoco respondían a los intentos de comunicación. Javier se enteró por su amigo Edu, residente de San Antonio de Benagéber, que muchas familias estaban a salvo, aunque gravemente afectadas por la tragedia. Sin embargo, no todos tuvieron la misma suerte: los sobrinos de un amigo, conocidos como «el Chori», fueron arrastrados por el agua y a día de hoy no se tiene noticia de ellos.
La situación en las localidades cercanas era cada vez más alarmante. Javier comenzó a contactar con amigos de Paiporta, Alfafar, Benetússer, Aldaia, Mislata y otras localidades gravemente afectadas. Mientras las comunicaciones con algunos eran imposibles, aquellos que lograba localizar describían la situación como un desastre absoluto. Movido por la preocupación y la impotencia de no poder hacer nada desde la distancia, Javier decidió que no podía quedarse en casa sin intentar ayudar.
L’Afició al rescate: solidaridad en acción
Para Javier, la prioridad se volvió encontrar recursos y formas de asistencia. Gracias a contactos en la Diputación y la Generalitat, supo que lo que más se necesitaba era maquinaria pesada para limpiar las áreas afectadas, retirar vehículos y escombros y, en última instancia, buscar a las personas desaparecidas. La situación era tan crítica que, según le informaron, se requería apoyo del Ejército.
Con la colaboración de vecinos y empresarios locales, Javier comenzó a organizar envíos de agua potable, sacos de dormir, generadores y otros materiales de primera necesidad. Llegó a Alfafar cargado con estos suministros, convirtiéndose en el primer vehículo de ayuda en llegar al pueblo. Allí, se enfrentó a una escena desoladora: los habitantes trataban de limpiar el colegio local para almacenar provisiones mientras intentaban proteger lo poco que les quedaba ante la amenaza de saqueos.
Coordinar la ayuda: el esfuerzo de un pueblo unido
En las siguientes horas y días, Javier y un grupo de colaboradores siguieron organizando envíos de alimentos y materiales de limpieza. Las donaciones no paraban de llegar desde Benissa y localidades cercanas como Xaló, donde los vecinos contribuyeron con alimentos y productos de limpieza para completar los envíos. La residencia de Benissa donó grandes cantidades de pañales, mascarillas, guantes y medicamentos, sumándose así a una ola de solidaridad que abarcó toda la comarca de la Marina y más allá.
Un mensaje de agradecimiento y unidad
Javier no puede evitar emocionarse al recordar el esfuerzo conjunto de la sociedad. En sus palabras, expresa un profundo agradecimiento a todas las personas, vecinos y empresas que, sin dudarlo, se unieron a esta causa.
La respuesta colectiva es, para Javier, una prueba de que el espíritu de ayuda y colaboración permanece vivo. Sin embargo, también lanza un mensaje claro: “Solo pido una cosa: que se despolitice esta catástrofe. Ya habrá tiempo para buscar responsables; ahora es el momento de ayudar y de demostrar lo que somos los valencianos”.
Este reportaje no solo recoge el testimonio de un hombre, sino la historia de una comunidad que, frente a la adversidad, se ha unido para ayudar a quienes más lo necesitan.
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