El joven benissero recorre el mundo con sus zapatillas a cuestas para ser el mejor bailarín
Nuestro protagonista nace en Benissa hace 15 años. Al cumplir los seis dio un valiente paso, rompió con los estereotipos y se puso el mundo por montera para dedicarse al mundo de la danza. En El Mirall de la Marina hemos querido entrevistarle para conocer más a fondo a esta futura promesa, quien acudió a clases de ballet en la Escola Municipal de Música i Dansa “Javier Santacreu” y tan sólo necesitó un curso para dar el gran salto y tener que dedicar dos días más a la semana a su pasión por el baile.
¿Cómo recuerdas tus inicios? ¿Fueron fáciles?
Recuerdo la inocencia y la felicidad, recuerdo como me llenaba bailar. Puede que sí que haya habido un poco del tópico Billy Elliot u otros mitos de los niños que hacen ballet en mi infancia, pero nunca llegó a un extremo en el que me hundiese. Sí recuerdo algún que otro encontronazo y si que a veces me derrumbaba un poco por el trato que me daba la gente en ciertas ocasiones, pero dejar de bailar no era una opción. Con el crecimiento y la madurez ahora veo que el hecho que bailara danza clásica si que afectó a la manera en la que mi entorno me veía, pero llegó un momento en el que mis amigos más cercanos lo conocían como parte de mi y no se molestaban en buscar las diferencias y aún menos a juzgarlas, ya que eran diferencias intrínsecas a mí, igual que cada persona es diferente a cualquier otra. Tuve que aprender a bloquear a la gente que me juzgaba muy pronto, porque me di cuenta que no valía la pena darle ningún tipo de importancia pues ni siquiera lo hacían con un sentimiento de rabia u odio, era simplemente un juego para hacerme enfadar. Pese a todo, no considero que tuve una infancia difícil; respecto a la danza, todo desaparecía cuando entraba al aula y empezábamos a hacer la clase que para mi se convirtió en un ritual. Y respecto a mi niñez en sí tuve los problemas que cualquier niño puede tener, definitivamente el hecho que bailara no me hizo nada difícil, al contrario, me sirvió como refugio.
Empezar la primaria y cuatro días a la semana acudir a tus clases de baile ¿cómo un niño tan pequeño podía con tanto?
La primaria fue fácil, no me requería demasiado esfuerzo, y pese a que no era un alumno excelente, tenía bastante facilidad y tuve suerte con mis profesores. Los cuatro días de clase de baile no eran para tanto, para mi significaba ilusión y pasármelo bien cuatro horas a la semana. Iba a clase una hora y luego tenia el tiempo suficiente para completar la tarea y hacer lo que me apeteciera. Siempre he pensado que hay niños que van mucho mas estresados que yo o cualquier otro niño que haga ballet.
Si no tenemos mal entendido muy pronto te subiste a un gran escenario, el del Teatro Principal de Alicante. Nos gustaría recordarlo contigo.
No tengo muchos recuerdos de esto, pero hubo una especie de festival de danza donde bailaban exclusivamente chicos. Mi profesora en Benissa me preguntó si me gustaría participar y nos embarcamos en eso. Acabé bailando una coreografía que hicimos sobre la historia de “Un Americano en París”. Lo que si que recuerdo es el día de la actuación cuando estaba bailando y la música se paró tres veces consecutivas a mitad de la coreografía. Me puse histérico y la cuarta vez, cuando ya habían encontrado el problema dije “no salgo mas!”, pero mi profesora me dijo algo que siempre me acordaré. Me dijo “vas a salir como me llamo Winnie”, y salí a repetir la coreografía por cuarta vez y con los nervios acabe inventándome el final, pero oí los gritos de emoción de mi familia al final igualmente, así que supongo que no estuvo tan mal.
Por el nivel de Joan tuvo que dejar esta escuela y en 2008 empezó a cursar sus estudios elementales de danza en Benidorm graduándose en 2012 y de nuevo este conservatorio se le quedó pequeño por sus habilidades y al querer estudiar un grado profesional, teniendo que viajar hasta Barcelona.
Tu vida y la de tu familia dieron un vuelco y pusieron kilómetros de por medio para que pudieses seguir perfeccionándote en Barcelona. ¿Nos puedes hablar de esos cambios?
Mis padres decidieron que no querían que me fuera solo, aunque había la posibilidad, y finalmente mi madre acabó viniéndose conmigo y mi hermana decidió venir a Barcelona también. Al principio fue extraño, yo era aún bastante pequeño y el cambio se notó, pero no se me hizo duro. La escuela me encantó y Barcelona me empezaba a desvelar cosas que nunca podría haber visto y vivido si me hubiera quedado en Benidorm. A lo largo del tiempo todo se estabilizó y se convirtió en la nueva manera. Las cosas van cambiando y hay que adaptarse de una manera u otra.
Acudiste a l’Escola d’Ensenyament Secundari i Artistic-Conservatori Professional de Dansa de l’Institut del Teatre y compaginaste tus primeros cursos de la ESO con los de grado profesional de Danza Clásica. Puedes con todo ¿No hay nada ni nadie que te pare?
Una de las razones por las que decidí ir a Barcelona y no quedarme en Valencia o ir a Madrid fue que l’EESA-CPD es un centro integrado en el cual los estudios de danza y los estudios académicos transcurren en un mismo centro y un mismo equipo educativo, por tanto los profesores académicos y los de danza tienen una relación que monitoriza nuestro crecimiento a ambos niveles. Si hubiera ido a Valencia hubiera tenido que moverme cada día desde Benissa, o haberme buscado un instituto allí, y más o menos lo mismo en Madrid. Por tanto, compaginar ambos campos no fue tan difícil y aprendí a hacerlo para unos futuros estudios como podría ser un grado universitario mientras baile profesionalmente.
En 2015, Joan Ivars Ribes, nuestro incansable luchador acudió a la escuela de verano de “The School of American Ballet” en Nueva York y a las 3 semanas, y al ver su talento, le propusieron quedarse allí y empezar sus estudios en esta escuela.
¿Dudaste en aceptar esta irresistible oferta?
En ningún momento. El curso de verano es la única manera de acceder a la escuela, así que ser seleccionado de entre miles de personas para ser observado y educado durante cinco semanas con el reto de reclutar a los mejores para la escuela fue ya de por sí un logro. La política de la escuela es contactar primero a los padres, pero en mi caso al ser un estudiante internacional me contactaron a mi primero y luego se lo comunicaron a mis padres, aunque ya lo sabían por mi para cuando les llegó el email. Siempre había sido mi sueño llegar a una de las grandes escuelas y ya habíamos discutido nuestra decisión si se daba el caso de que me cogieran y me dieran beca suficiente para poder venir (ya que en Estados Unidos no hay soporte público para la educación artística, y los estudios son muy caros).
Nos decías que parte de tu familia tuvo que dejar Benissa para estar a tu lado en Barcelona, ahora ¿la historia se repite?
No, esta vez me tocó ir solo, y en parte fue mi decisión aunque ya se daba por hecho que no había posibilidad de movilidad para mis padres en lo que se refiere a trabajo. Ahora me tocaba a mi, y sabíamos que iba a tener que pasar tarde o temprano así que no fue algo que no esperábamos. Además aquí la escuela tiene una residencia que es la mejor opción ya que vivimos en el mismo edificio donde esta la escuela.
Compaginas tus estudios de la ESO con la danza en la Professional Children’s School, ¿puedes hablarnos de este instituto?
Professional Children’s School es un instituto especial. No es el típico estereotipo americano del “High School” como en las películas. Es un instituto privado en el que la admisión está reservada a adolescentes con responsabilidades profesionales a parte de académicas, es decir, todos los alumnos en mi instituto son o bien deportistas, cantantes, bailarines, matemáticos de élite, músicos, actores, etc. Al estar adaptado para nuestros horarios es mucho mas fácil no acabar suspendiendo las asignaturas por falta de asistencia a las clases, ya que los profesores entienden perfectamente tus obligaciones, y teniendo toda la información en “Moodle” una plataforma online por donde tramitamos toda la información, deberes, etc. De hecho muchos de los profesores son ex atletas, actores u otro tipo de profesión como las de la gente en la escuela, así que entienden perfectamente todo. No obstante, mantienen una disciplina que hay que tener para poder tener un nivel académico requerido. Un día en el instituto para mi es: de 8 a 10.30 o 11 según el día. Al estar tan poco tiempo en el instituto cada día tengo una media de una hora de deberes más leer el libro para literatura.
Y como no paras, ya te has organizado el verano ¿no es así?
Como bailarín, es importante tener una continuidad, así que se organizan cursos de verano alrededor del mundo para que nos podamos mantener en forma y en el caso de Estados Unidos y las grandes escuelas, para conocer sus escuelas. En mi caso, no es tan fácil como ir a cualquier lugar ya que el estilo que decidí adquirir cuando vine a Nueva York, específicamente en SAB es un estilo muy especifico que creo George Balanchine el pasado siglo. Los estilos de danza clásica, por lo general no se asemejan mucho entre ellos y los hay varios (la escuela cubana, la francesa, la rusa, la danesa, la inglesa, la americana,…), pero el estilo creado por Balanchine específicamente se diferencia bastante de los demás por lo cual a la hora de elegir un sitio donde formarme durante el verano es muy aconsejable ir a escuelas que proporcionen este tipo de formación, que normalmente están dirigidas por ex bailarines del New York City Ballet que trabajaron con Mr. B. Las cuatro mayores escuelas que imparten este estilo son Pacific Northwest Ballet School, Boston Ballet School, Miami City Ballet School y The School of American Ballet, que es la cuna del estilo. Yo hice una audición para todas y al entrar en todas y poder elegir donde ir, me decidí por Miami por diferentes razones. Miami City Ballet School está dirigida por Lourdes López, ex bailarina del NYCB (New York City Ballet) y el curso de verano está muy bien enfocado.
¿Puedes avanzarnos los proyectos que tienes en esa mente inquieta?
La mayoría de proyectos que tengo son en un futuro lejano, de momento tengo objetivos, mayormente entrenarme física y mentalmente para que , cuando llegue el momento, en unos tres o cuatro años sea capaz de encontrar trabajo en una compañía que me guste y de la cual disfrute. Pero a parte de eso, me apasiona coreografiar y enseñar a otros el arte de la danza. Así que en un futuro me gustaría poder fundar mi propia escuela y compañía en España para ver si de una vez por todas se empiezan a valorar las artes en España, y en especial las artes escénicas. Me haría muy feliz poder ser el director de una compañía y escuela de referencia mundial y nacional. Está claro que para eso necesito primero experiencia y luego soporte para poder fundar algo así. En todo caso, si eso no fuera posible me gustaría acabar dirigiendo una compañía en algún lugar del mundo.
Al igual que tu familia, nosotros nos sentimos orgullos de ver como consigues todos tus logros, de ver que a pesar de tu juventud eres un ejemplo a seguir por lo que para finalizar nos gustaría que dieses consejos a esos niños que se despiertan pensando qué ser de mayor.
Primero quiero decir que nada es imposible. Antes de salir de Barcelona recuerdo que pensaba que nunca sería capaz de llegar a una gran escuela y que eso es solo para los grandes virtuosos, pero la pasión y las ganas se valoran mucho más en el mundo de lo que creemos. Si tienes un sueño, no te cierres las puertas, sigue en el camino y atrévete a todo, porque normalmente el primer obstáculo que nos ponemos somos nosotros. También les diría que se atrevan a tener un sueño, porque soñar siempre ha sido mi motor, mis ganas de seguir, mis objetivos nacen de sueños. Y lo más importante, no subestimarse, ni estancarse en un solo campo. Talentos hay muchos en todo el mundo, pero cada persona tiene algo diferente y si encuentras tu lugar, va a haber alguien a quien le guste eso que tienes, así que busca tu potencial y trabaja en lo que mas feliz te haga de ti mismo. Conocernos a nosotros mismos es, en mi opinión, nuestra mejor defensa.
Desde El Mirall de la Marina le deseamos a Joan toda la suerte del mundo, aunque estamos seguros que llegará muy lejos y será un gran bailarín. Con él hemos aprendido que los sueños, con esfuerzo, se hacen realidad.
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