«El sufrimiento es momentáneo y la gloria es para siempre», afirma Núria Picas, la atleta catalana, reina de las montañas y ganadora de la Ultra Trail World Tour. Y es que las montañas nos transmiten sensaciones adversas, por un lado, sufrimiento si realizamos una prueba dura por ellas, y por otro, libertad, calma o fascinación.

Basta una pincelada verde para despertar todas esas sensaciones, porque ya sea andando, corriendo, escalando, las montañas nos deleitan, nos atrapan, nos fascinan. Querríamos bebernos el aire a grandes sorbos cuando respiramos sobre su cima, exprimir ese momento, esa instantánea del territorio, que desfila ante nosotros y nos hace sentir libres, al igual que el sonido que se oye en cualquiera de sus bosques, que nos subyuga de una forma envolvente.

Adentrarte en ella es sentir esa conexión maravillosa, donde los cinco sentidos se activan de una forma sorprendente, los pensamientos van a 2.000 por hora y el tiempo se para ante el espectáculo que nos brinda la naturaleza.

Una absoluta liberación sentir que formamos parte de un todo y tras caminar y caminar a través de ellas nos van dejado una huella imborrable, pero sobre todo nos cargan de energía y magnetismo.

El Mirall de la Marina ha contactado con cuatro deportistas de la zona, que les fascina la montaña y que han participado en muchas carreras duras por ellas, para conocer cuál es su montaña preferida y saber qué significa para ellos.

Foto cedida por Francesca Llobell

FRANCESCA LLOBELL DURÁ

Para Francesca, la montaña es sinónimo de aprendizaje, emoción y respeto, aunque es muy difícil resumir todo su significado cuando experimentas tantas vivencias nuevas.

“Siempre me pregunto qué habría pasado allí hace centenares de años, qué se cultivaba en sus tierras. Empiezas a fijarte en la vegetación, piedras y animales que antes pasaban desapercibidos. Todo lo que te transmite te recuerda que pequeño es el ser humano y te hace reflexionar de todo lo que tenemos, el cuidado del entorno y las cosas buenas que llegan a nuestras vidas”, afirma Francesca.

De todas las fotos que tengo, no sabría cuál escoger, ya que todas me recuerdan a momentos muy divertidos con compañeros preparando alguna carrera o viaje. Parece que estamos esperando el fin de semana para hacer una nueva ruta, hay muchos lugares en nuestra tierra que no sabía que existían y otros que no me canso de pisar y siempre pasa lo mismo “¿Cómo es posible que esto que estaba aquí y no lo sabía?”.

Es lo que me pasó con els Avencs de Partegat a Aitana, que la sorpresa fue inmensa. Els Avencs son una fractura de la roca, aún viva, que tiene unos 20 metros de anchura y unos 80 de profundidad y se formaron hace unos 34 y 54 millones de años.

Francesca comenta que si levantas la vista desde ese punto y vas girando el cuello se pueden ver las cimas más altas de Alicante, como la preciosa Serrella, el Puig Campana, Serra Mariola, Xortà, Bèrnia, etc. “Cuando observas estas maravillas empiezas a hacerte preguntas que te transportan a otras y la curiosidad no se acaba nunca, aunque hayas vuelto a la civilización”, subraya.

Foto cedida por Ruben Brackez

RUBEN BRACKEZ

Para Ruben, la montaña que más le gusta y le apasiona es el Puig Campana por su dureza, pero después de todo el esfuerzo realizado las vistas impresionantes que te ofrece son increíbles.

Ruben nos ofrece la imagen de su participación en la carrera “Desafío Lurbel Aitana”, una de las carreras con más distancia que he hecho. “Un orgullo y satisfacción terminar y cruzar la meta después de varias horas corriendo y andando por ella”, resalta Ruben.

En su opinión, la montaña es de los pocos lugares donde puedo desconectar del día a día, un sitio ideal para descansar después de una semana de trabajo.

Foto cedida por Erika Malonda

ÉRIKA MALONDA AUSINA

Érika Malonda empezó a correr por montaña hace poco más de dos años, cuenta que al principio, solo participaba andando, porque le tenía bastante miedo y respeto a correr por ella. Tiene algo que poco a poco te va enganchando, y te gusta cada vez más, aunque a mí particularmente me cansa mucho, pero todas las sensaciones que sientes superan al cansancio o el miedo.

La montaña, dice Érika, “me transmite mucha paz conmigo misma, respirar ese aire puro, ese olor a hierba fresca, tierra mojada…. Me hace estar feliz, alegre, te llena de energía y sobre todo notas mucha libertad y la autoestima crece”.

Asegura que cuando estás en lo más alto, parar y levantar la cabeza para observar toda la belleza que nos da la madre naturaleza, no tiene precio. A mi particularmente, me da vida, descargo mucha tensión acumulada por la rutina del día a día y me olvido por unas horas de los problemas. En definitiva, vuelves a casa cansada pero con «las pilas bien cargadas».

Me consta que a Érika le ha costado elegir cuál es su montaña preferida, pero uno de los enclaves más bonitos para ella es el entorno de la Granadella.

Estas fotos representan la belleza que pueden ver tus ojos desde lo más alto, el sentirte libre como un pájaro, el bienestar que sientes por superarte a ti misma en cada carrera y luchar contra el cansancio que ello conlleva.

Si tuviera que describirlo en unas pocas palabras, elegiría «que soy libre como el viento», apunta Érika Malonda.

Foto cedida por Encarna Cardona

ENCARNA CARDONA GÓMEZ

Encarna conoce muy bien las montañas, hace poco se proclamó ganadora absoluta de la Lurbel Aitana (120km), una prueba dura. Para ella, la montaña significa mucho, es un “lugar que he encontrado tarde, pero seguro que no dejaré nunca”, afirma.

He aprendido algo importante de ella que es la humildad y el respeto, porque como algo tan impresionante y difícil de acceder nos deja entrar en ella y disfrutar del silencio, los paisajes, los olores, los colores, la tranquilidad y, a la vez, tenemos que estar prevenidos porque nos podríamos desorientar y no llegar a nuestro destino. Seguramente, cada uno de nosotros, podríamos aprender cada día algo nuevo de ella.

Su lugar favorito es la montaña de Bernia y nos cuenta que en ese trayecto es donde crece como persona y deportista. “Encuentro siempre mi motivación y la fuerza necesaria cuando tengo una competición importante y aprendo cada vez que voy que tengo que correr, disfrutar, experimentar y, sobre todo, sentir que lo importante es poder volver una y otra vez”, recalca Encarna Cardona.

Un buen homenaje a las Montañas el poder compartir con todos vosotros las experiencias de estos cuatro deportistas, muy conocedores de ellas, que las recorren, disfrutan, exprimen cada momento y sobre todo VUELVEN, porque las montañas nos ATRAPAN.

¡Feliz Día Internacional de las Montañas!