Una carta de despedida con día y fecha del modus operandi. Un adolescente de 14 años que en su día sufrió bullying y crisis de ansiedad y unos padres desesperados en querer ver a su hijo bien. Una familia atravesando un túnel muy negro y en medio de él una luz blanca se iluminó al recomendarles un amigo a este coach familiar y educativo, David Casado.

Y así comenzó uno de los casos más complejo que ha atendido David en sus 16 años de profesión ayudando a familias.

Estos padres han querido relatar su caso a El Mirall de La Marina para ayudar a aquellos que estén en este camino o pudieran estarlo en un futuro y ver cómo ellos han podido salir buscando siempre la ayuda de un profesional y en este caso, David Casado, fue vital para hoy en día poder estar tan contentos con el resultado.

Sus padres aún con brillo en los ojos y voz entrecortada nos relataron cómo comenzó todo este proceso, en el que su hijo comenzó a encontrarse mal, con mareos, con dificultad para estar con mucha gente en un recinto, pero “nosotros, en cierto modo, estábamos tranquilos porque hacía dos años que estaba en manos de psicólogos porque a los 6 años sufrió acoso escolar y en ese tiempo lo había superado y llegado a comprender el bullying y nos das por hecho que le está pasando algo”.

Pero cada vez estaba peor, no comía, no dormía, comenzó a tener una actitud extraña en el instituto y los profesores nos alertaron de la situación y él no sabía y no podía explicar qué le estaba pasando, relatan sus padres aún emocionados. “Nadie le hacía acoso, por lo que empiezas a cuestionarte cosas, pero más bien era algo psicológico, hasta que su mejor amigo comenzó a alertarnos de que tenía miedo que se hiciera daño”.

Un camino horrible, en el que este adolescente llegó a autolesionarse superficialmente 19 cortes en un brazo y a escribir una carta de suicidio que entregó a su amigo. Por lo cual, comentan sus padres, “la preocupación era máxima, volvimos a la psicóloga, estuvo de baja temporal del instituto, nos derivaron a un psiquiatra para medicarlo con medicación de adultos y cada vez peor”.

Y en ese camino de desesperación un amigo les habló de David Casado y acudieron a su consulta en Calp para ver de qué modo podía ayudarles. “La verdad es que la primera toma de contacto fue muy positiva, porque al salir él estaba concentrado, pensativo y nos comentó que era diferente, algo que nos animó en este proceso”, destacan estos padres.

Para este profesional fue un caso complejo, que según nos comenta, “viene la familia con la carta en mano donde hay un aviso de suicidio, como persona y profesional te asustas, porque estás hablando de la vida de una persona”.

Por lo que, nos pusimos a trabajar en diferentes sesiones, explica este coach, “tratas de ver si es verdad, buscar la emoción de la persona para entenderlo y ayudarlo. Y una vez entendido empecé a trabajar con él, que viera y sintiera el problema desde otra perspectiva a través de diferentes técnicas y sesiones”.

Y pasaron los meses y rápidamente este adolescente cambió y superó su problema gracias a la ayuda y profesionalidad de David. Quien al preguntarle cómo está a día de hoy nos responde que “feliz, con novia, alegre, toma sus decisiones y viviendo la vida”.

Sus padres, emocionados aún, también comentan que es “otro niño, ha sido un cambio radical, nos ha cambiado la vida a mejor a todos. A día de hoy es feliz”.

Un caso límite, una vida, una desesperación y, como un pez perdido entre las aguas turbulentas, sin orientación, encontró esa luz saliendo a flote gracias a la ayuda de este gran profesional, que se siente orgulloso y feliz con el trabajo realizado a esta familia, que hoy en día los considera sus amigos.