Caminar y observar. Tranquilidad y paz. Arena mojada y piedras. Acantilados y olas. Aguas cristalinas. Gastronomía con sabor mediterráneo. Aire fresco y puro. Todas estas sensaciones y muchas más te transmite el litoral de Teulada-Moraira.

Nuestro punto de partida es la playa del Portet, de arena fina y agua cristalina. Su forma es muy original ya que parece una concha y desde su extremo se divisa el primer Mirador. Al acceder a él puedes observar toda la bahía, el Cap d´Or, el puerto deportivo, el núcleo urbano de Moraira y perder tu mirada en su mar destacando sus praderas de posidonia que la dotan de un color especial.

Tras bajar de este Mirador, accedemos por la playa hasta la carretera que va dirección a Moraira donde el visitante dispone de una acera muy ancha, al lado del mar. Así que llévate una buena cámara de fotos para poder inmortalizar tus momentos.

Así andando y contemplando el mediterráneo llegamos al segundo Mirador del Portitxol, un buen lugar para perdernos o tomarnos un buen baño en la recóndita cala que lleva su nombre apropiada para el buceo y la pesca. O sentarnos y observar la tranquilidad que emana este lugar con esencia mediterránea.

Desde allí tomamos la misma acera y llegamos hasta el núcleo urbano de Moraira, donde puedes callejear por sus calles, visitar sus comercios, tomarte un buen aperitivo en cualquiera de sus terrazas, o visitar el Castillo. En su explanada nos encontramos con nuestro próximo Mirador un buen punto para poder divisar todo el litoral y descansar unos minutos.

Siempre es un placer visual poder contemplar desde aquí la playa de l´Ampolla, ubicada a los pies del Castillo. Es la más concurrida en la época estival, de arena dorada, donde poder disfrutar de un baño o practicar deporte en sus inmediaciones.

Siguiendo por la misma playa llegamos al Mirador de les Tosqueres-L´Ampolla, justo al final, donde los cantos rodados y unas estatuas de hierro forjado reciben al visitante. Un buen lugar para coger un libro y que sus letras se fundan con el mar, su esencia y su brisa.

Tras retener en nuestra retina el maravilloso paisaje, emprendemos nuestra marcha por la misma acera, dejando a un lado la playa de Platgetes, dos pequeñas calas de aguas limpias que alternan una zona de arena fina y otra de roca. Desde aquí hay un atractivo  paseo-mirador con una zona ajardinada.

Seguimos nuestra ruta y llegamos al último Mirador de L´Andragó, uno de esos lugares mágicos, donde se respira una gran calma y un buen lugar para tener una visión de 360 grados hacia todo el litoral costero de esta bella localidad de la Marina Alta.

Allí encontramos la cala Andragó, que la diferencia del resto por su profundidad y por sus aguas transparentes, perfectas para la práctica de buceo y pesca. Una cala única para darte un baño en verano y disfrutar de las vistas al mar y montaña y desconectar del día a día.

Desde aquí puedes divisar un atardecer, observar y disfrutar de la magia de colores que nos ofrece el territorio. Y, como no su brisa marinera, que nos golpea a la mejilla y nos dibuja nuestra mejor sonrisa. Así es el Mediterráneo, así es el mar de Teulada-Moraira, un buen lugar para perderse, disfrutar y descansar.