Conocemos más de cerca al alma mater de esta empresa benissera, Marcelino Gato Martín
Si las paredes de esta empresa, Marcelino Gato e Hijos de Benissa, hablaran contarían muchas anécdotas, vivencias, curiosidades, sueños de una familia, trabajo y mucha dedicación. Y para ello tenemos que retroceder en el tiempo y qué mejor que nos conduzca en este viaje por el pasado su fundador Marcelino Gato, que a sus 83 años, nos cuenta emocionado cómo vino desde un pueblecito de Huelva, Cortegana, a trabajar a Gandía.
Sus ojos hablan por sí solos, vidriosos, llenos de recuerdos y es que tenía 30 años cuando él, su mujer y sus dos hijos, Marcelino y Carmen, marcharon a trabajar a Gandía. Allí aprendió el oficio, nos relata, “y por mediación de un representante me vine a Benissa a trabajar en la gasolinera montando ruedas, hasta que vi la oportunidad de montar mi propio negocio aquí en la misma nave de la avenida Europa, 17”.
Recuerda que los comienzos fueron agrios, ya que no era conocido, pero luego la gente comenzó a conocerle y hacerse su hueco en este mundo de los neumáticos. Eso sí, una empresa pionera en ese sector, pues solo trabajar él en la zona. Al principio, solo y luego se incorporó al negocio uno de sus hijos.
Un camino empresarial que no fue fácil, ya que estuvo yendo de Benissa a Gandía, y de Gandía a Benissa, unos 8 años todos los días, y nos dice, “en autostop y cuando no me paraba nadie la Guardia Civil de tráfico me llevaba”. Allí en la ciudad de Gandía nacieron sus otros dos hijos, Carlos y José Antonio, y cuando ya fueron un poco más mayores se trasladaron a vivir a Benissa.
Este empresario se forjó su camino y fue el maestro del oficio de sus hijos. En los comienzos solo trabajaba con la marca Michelin y luego Pirelli. “Fue difícil pero hoy en día puedo decir que fui un gran profesional en el sector y la alegría más grande es ver como mis hijos han seguido con el negocio”, subraya Marcelino.
Y es que esta empresa ahora la regenta la segunda generación e incluso podríamos decir la tercera, ya que una de sus nietas, Andrea, se ha incorporado también en ella, algo que le llena de satisfacción a este empresario. Un negocio que cuenta con cinco profesionales que día a día atienden a sus clientes ofreciendo lo mejor de ell@s y contando con las mejores marcas de neumáticos del mercado, Dunlop y Goodyear del grupo Vulco.
Aunque hace 53 años que salió de su tierra en busca de un porvenir, él se siente andaluz y todos los años hace su viaje a su pueblo, “allí están mis raíces”, nos comenta emocionado. Y su mayor deseo: “que siga la empresa como va y que tenga muchos años de vida”.
Pasan las horas y nos emociona ver a Marcelino cómo relata sus inicios, su vida, su profesión, porque ya han pasado 45 años de esa gran trayectoria empresarial. Y cómo sonríe al decirnos que es abuelo de seis nietos, y aunque está ya jubilado todos los días se pasa a saludar a sus hijos y echa un vistazo a la empresa.
Con él nos quedaríamos viajando por esa historia que ha forjado y de la que puede presumir que sus hijos la hayan continuado.
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